Todos los días nos bancamos malos gestos, actitudes y palabras soeces de los demás. Parecería que es algo habitual el maltrato hacia el otro.
Nos acostumbramos a soportar la gente tóxica que nos rodea y aceptamos mansamente sus actitudes torcidas y malintencionadas.
Complacemos al otro a toda costa para ser aceptados o para sentir menos dolor.
Creo que el verdadero fracaso reside ahí, en complacer a todo el mundo menos a nosotros mismos.
Sobrevivimos anestesiados y aceptamos que la vida es un modelo para armar, difícil y complejo.
El problema es que perdimos el manual de instrucciones.
sábado, 25 de abril de 2009
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Los manuales de instrucciones existen (pero nadie los lee)todos en nuestra mezcla de desidia y soberbia pensamos que "lo sabemos todo" y que lo mejor es vivir y actuar conforme a "nuestro criterio". Asi nos va... La dicotomia el "otro" o "yo" es una falacia que nos inventamos para justificar nuestra infelicidad.
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