Paisanita

Paisanita es un personaje muy peculiar y querible. Ingenua como pocas es capaz de comprar cualquier buzón que le vendan.
Vestidita siempre recatada, anda por la vida con enorme sencillez, pasitos cortos y cara de yo no fui.
Generalmente es del interior y pasa la mitad de su existencia cuidando a 27 hermanos y hermanas más chicos que ella y toda la diversión que tuvo en su vida fue ir algún domingo a casa de una prima tan callada y trabajadora como ella a tomar mate y comer tortas fritas.
Es apocadita y callada al máximo, tan así que a veces se la confunde con el mobiliario o las plantas de la casa.
Jamás contesta el teléfono porque le asusta quién puede estar del otro lado y atender un portero eléctrico es casi casi como recibirse de ingeniera o abogada.
En la calle siempre mira para abajo, no buscando algo que se le haya perdido sino porque levantar la cabeza sería un signo de orgullo que su crianza no le permite mostrar.
Nunca se mete en conversaciones ajenas y su mayor distracción es escuchar programas de radio pseudo-religiosos donde siente que quién habla lo hace dirigiéndose exclusivamente a ella.
Se encariña con los hijos ajenos ya que no pasa por su cabeza el concebir propios porque no se anima a tener una relación con ningún hombre por miedo y por sentirse poquita cosa.
Vive con un perro que rescató de la calle que es su fiel compañía por años y años hasta que se le muere y una parte de su corazoncito se muere con el can.
En general la mayor parte de su sueldo lo manda a su provincia para ayudar a su familia que quedó allá y se conforma con muy poco ya que siente que nada necesita.
Con el tiempo se va convirtiendo en un personaje cada vez más invisible hasta que desaparece y muy pocos notan que ya no está en este mundo.

Pero el tema es que estuvo y recién después de su partida comenzamos a sentir cuanto la extrañamos ahora que ya no está. (Para María...vos sabés)