- Bichi, mi amigo Bolo me recomendó un lugar espectacular para ir a comer, vamos?
- Me tengo que cambiar o puedo ir así? (jeans, remera mangas largas y botitas)
- Estás bárbara así. Vamos.
Después de tomar Av. Libertador empecé a preocuparme, demás está decir que cuando pasamos Martínez ya estaba al borde del ataque de nervios.
- No será muy arreglado el lugar no?
- Nooo, nada que ver. Aparte, estás divina.
Llegamos. Lugar paquetísimo, Valet parking. Fanales con velas hasta el cordón de la vereda. Señorita paquetísima que nos pregunta si tenemos reserva a lo que mi marido muy suelto responde: somos amigos de Bolo .
- Pasen por favor, nos dice, con enorme sonrisa.
Nos sentamos en una mesa espectacular en un ambiente con tantas velas que por poco pregunto si había un velorio también.
Una troupe de camareros nos alcanza el menú, que tenía letra chiquita y comida en otros idiomas…
- No te preocupes Bichi, pedimos cualquier cosa, debe ser fantástico. Es cocina de autor…
- Ahhh, dale pedí lo que quieras, contesté algo preocupada por lo que íbamos a comer.
Mi marido muy suelto de cuerpo le pregunta al camarero principal:
- Qué nos recomendás?
La contestación fue algo así como:
fricasséconsalsadefruitsacompañadocongratincocotdesalsemaunier
- Perfecto, traenos eso para los dos.
Le pregunté a mi marido:
-Sabés lo que pediste?
- Ni idea Bichi pero si Bolo dice que se come bien lo que pidamos va a ser espectacular…
Mientras esperábamos charlamos, 5, 10,15, 20, 30 minutos…
Cuando estaba a punto de morirme de hambre lo llamo al camarero para preguntarle si faltaba mucho, me contestó:
- El chef está preparando los platos
- Me podrías traer algo de pan y manteca mientras, le pedí
Me miró como si le hubiera pedido un termidor en tetrabrick y me contestó:
- No servimos pan y manteca porque arruinaría el sabor de los platos que se preparan en nuestra cocina.
- Bueno…( tenía un día sumiso yo, sepan comprender)
1o minutos después llegan los platos, enormes y cuadrados (confieso que me ilusioné cuando los ví de lejos ) con UN PEDAZO DE OSOBUCO CON UNA SALSA TIPO MERMELADA CANALE DE CIRUELA CALIENTE Y DOS PAPITAS DEL TAMAÑO DE UN GARBANZO! Eso sí decorado lindísimo, con todos los bordes del plato con especias y en el medio…un perejil.
Feo no estaba, pero era, como decirlo…común y POQUITO.
Por supuesto no dejamos ni el perejil y cuando nos preguntaron si íbamos a comer postre contestamos rápidamente que no, que nos trajeran la cuenta.
Cuando la trajeron casi les tiro las velas por la cabeza…300 mangos por un plato de osobuco comprado seguro en supermercado Baratex y un cacho de perejil.
Pagamos con tarjeta y nos retiramos en silencio.
Rescatamos nuestro auto del valet parking (que se creía Meteoro por como manejó, frenó y estacionó) y tomamos Avenida del Libertador rumbo a casa.
Mi marido me preguntó tímidamente mientras manejaba…
- Bichi, te quedaste con hambre? Hay un Mc Donald´s en la otra cuadra…
- SIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. Vamos
Nos comimos dos suculentas hamburguesas con papas y coca cola por 44 pesos que de cocina de autor no tenían nada pero que estaban riquísimas.
Cuando nos subimos al auto le dije a mi marido:
- Amorcito…Decile a Bolo que la cocina de autor se la recomiende a su abuelita, que preferimos el anonimato del fast food, si?
- Sí mi amor.
300 pesos por hueso con perejil…Que lo parió!
sábado, 30 de mayo de 2009
Gastronómicas IV (cocina de autor)
Etiquetas:
Gastronomia,
matrimonio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Che, eso fue el viernes??? jaja
ResponderEliminarJosefina
Un Tipazo Bolo! con amigos asi no necesitan enemigos... q lo pario!
ResponderEliminarjajajaja que grande gustavoo!! lo bancoooooo
ResponderEliminaroottt