sábado, 28 de marzo de 2009
Por aquellos que amé
Mi viejo murió hace demasiados años como para tener presente cada una de las líneas de su cara.
Pero aún así…lo recuerdo o por lo menos recuerdo la idea de él, de su protección incondicional hacia aquellos que amaba, su increíble capacidad para tener una solución a casi todos los problemas y su irrefrenable mal carácter.
Tenía frases que pasaron al acervo cultural familiar, como cuando decía poniendo un dedo sobre una de nuestras orejas “dejame descansar el dedo que lo tengo muy cansado” o mirando directo a los ojos “no esperaba menos de vos”, si las notas de mi boletín de calificaciones eran buenas o “¿viene en colores ahora?”, si eran malas.
Tenía amigos, muchos, con quienes compartía los sábados de fútbol en la quinta de los Allona, donde muchas veces lo esperé sentada atrás del arco, disfrutando su presencia.
Era un hombre de silencios, de muchos apodos (el loco prieto, el conde, el trompa), de códigos sencillos y de enorme voluntad.
Con él aprendí que los brazos no se bajan, que siempre hay tiempo para cambiar las cosas, que arrepentirse no es mala palabra y que siempre hay que intentar sobrevivir, cueste lo que cueste.
Tenía una fe casi irracional en mí y en mi capacidad para el estudio y el trabajo, sus expectativas eran tan altas que más de una vez me preocupó defraudarlo.
Hoy, si hubiera un lugar donde dejarle un mensaje a los que no están, escribiría esto, sólo entre él y yo:
- Me gradué en la vida con honores
Sé que entendería.
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Estas igualita!!!
ResponderEliminarAlguien una vez me dijo que lo que lo que mas le costaba de la muerte del viejo, no era la muerte en si misma, sino la ausencia. Creo que un poco pasa por ahi el tema. Lo que mas duele es que no este ahi para poder contarle las cosas que pasan o decirle con orgullo que uno hizo tal o cual cosa y esperar su aprobacion...lamento no haberlo podido conocer y disfrutar tanto como vos, aunque se que ambos lo llevamos con nosotros, donde quiera que vayamos.
ResponderEliminarEs por eso quizas no sea necesario decirle que uno se graduo con honores...el ya lo sabe.
Nena te felicitooo!!! es un exito tu blog!
ResponderEliminarfuerza y a continuar
vero
Hay personas que aunque fisicamente ya no están, jamás mueren, creo que tu padre es uno de ellos ...
ResponderEliminarAdelante con tu blog ! Adelante con la vida !
Que manera de tirar pinta tu viejo hasta se da el lujo de salir del mar con un faso en la boca, esos eran galanes..jeje
ResponderEliminarBesossssssssssss Vir!!
Te adoro
gracias a todos por los comentarios acá y los que me llegaron por mail.
ResponderEliminarMe conmoví hasta las lágrimas, siento muchas de estas cosas por mi papá, es un gran hombre.
ResponderEliminarHoy es la primera vez que entro al blog y no puedo dejar de leerlo.
Muchas felicitacines, Vir! Me encanta lo que hacés.
Alexia: bienvenida a cuidado...
ResponderEliminarGracias por tus palabras
estás en tu casa y te espero siempre por acá
beso
Que bellos recuerdos....azpeitia
ResponderEliminarmuchas gracias azpeitia y bienvenido a cuidado...
ResponderEliminarbeso
Un abrazo, Virginia
ResponderEliminarmuchas gracias acacia...
ResponderEliminarAy Vir, me dio tanta ternura tu post!!!
ResponderEliminarLo mejor que podes hacer es honrarlo en vida! Y es lo que estás haciendo!
Padres... saben, saben!
Él te mira desde arriba y te AMA, si alguna vez te sentis sola... recordalo. Él está!!
Besotes!!
que lindo lo que escribiste princesa...
ResponderEliminary si, espero que él esté, siempre
gracias!!!
Precioso reconocimiento a tu papá. Él dejó una huella indeleble en ti y tú correspondes a ese amor con su recuerdo imperecedero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan Antonio
muchísimas gracias por tus palabras y por seguirme en el blog!
ResponderEliminarte mando un beso grande